TARJETA ROJA
Noviembre
de 2016
Sé que estuve mal, pero se la tenía jurada desde hacía
un tiempo, faltaba poco para que terminara el partido, aproveche que el árbitro
estaba de espaldas, cuando paso a mi lado, le fui con los tapones de punta justo a los tobillos,
pego un grito de dolor y sorpresa a la vez, y cayó al piso como un árbol con el
último hachazo, justo en ese momento el réferi se da vuelta y ve la jugada. Sin
dudarlo un instante me muestra la tarjeta roja indicándome la salida del
campo de juego. Intente explicarle que a pesar de ser mi compañero de equipo,
me había sacado a mi novia, que se pusiera en mi lugar, pero no hubo caso, roja y afuera.
Hasta el día de hoy nadie supo
explicarme si fui bien expulsado y si el reglamento tiene previsto el faul violento a un compañero de equipo.-
Agustín Secreto
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