domingo, 2 de octubre de 2016

CONSTRUCCION

CONSTRUCCION  
                                                                                                
                                                                                                                                         Setiembre de 2016


Es cierto, como dice un tango “contra el destino, nadie la talla” nacemos con el destino marcado, nadie muere en las vísperas, cuando te toca te toca y chau se acabó
Estaba trabajando a casi ocho metros de altura, no acostumbro a usar andamios, pero ya que los albañiles no los habían desarmado quise aprovecharlos, apoye en los tablones una escalera de dos metro y llegue bien hasta el techo del Gimnasio que estaba pintando, corro la escalera hasta el otro extremo y cuando subo para completar la pared, el tablón se inclina y se viene abajo, arrastrando al andamio y a mí.(Había olvidado uno de los consejos de mi viejo, toma siempre precauciones) y no había atado el tablón
Solo atine a pensar -que manera boluda de morir-, la explosión que se sintió fue enorme, escuche que decían se mató, se vino abajo con andamio y todo. Caí sobre una escalera de cemento, en uno de sus escalones había un tarro de pintura vacío al que achate con mi nuca al caer, no sentía nada, pero no me atrevía a moverme, me rodeaban electricistas, carpinteros plomeros :todos los que estábamos trabajando a un tiempo, para terminar la obra que tenía que inaugurarse al día siguiente, los escucha cuchichear, no se animaban a tocarme, tome coraje y me levante, no se veía nada roto, solo un pequeño bultito en el empeine del pie izquierdo, parecía una bolita, sacudí mi ropa, por suerte había puesto lonas y el piso no se ensucio.
No era su día dijo un plomero, a veces te caes de un metro y te desnucas
Me ayudaron a levantar el andamio, seguí trabajando y entregamos el trabajo en el tiempo previsto. Desde ese día estoy convencido de que vivo de prestado


Agustín Secreto 



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