Despedida de soltero
Octubre
de 2015
Comenzó con un asadito en el Rancho de los Colorados , de
entrada, una parrillada completa, , hasta mollejas habíamos conseguido, luego
las costillas bien jugosas, para rematarla, unos matambres rellenos, marca Juan
Vargas que estaban re chupetes, todo regado con un buen vino.
Amenizaron la sobremesa un par de cantores y guitarreros correntinos, que al principio afinaban muy bien.
Hasta ahí a despedida se desarrollaba tranquilamente,
El bolonqui comenzó cuando los 10 que quedábamos llegamos a la Sede, del Club, Chiquitín el conserje pago una botella de whisky, duro un suspiro, yo colabore con otra, ,que tuvo el mismo final, Fuma se anotó con una, también, y aunque parezca increíble, hasta el Mísero, aporto una, la ultima la garpo el Colifa, en veinte minutos no quedo ni una gota. De allí a la casa del novio, fue como un golpe comando, mientras tomamos por asalto la heladera, hubo que lamentar la pérdida de dos Asti Gancia, dos sidras y un champú, no recuerdo la marca, Carlitos mi empleado , felicitaba cada dos minutos a Mary, la hermana del novio, una rubia espectacular, que tenía todo lo que tenía que tener, ubicado en el lugar exacto, al tercer beso y abrazo efusivo , le dijo, para un poco pelotudo ,el que se casa es mi hermano, felicítalo a él.
Abrumado se sentó en la mesa , que no aguanto sus 120 kg. y se hizo percha. No conforme con esto, se asomó a la habitación de los dueños de casa, que sobresaltados por el batifondo se habían despertado y estaban sentados en la cama, el, mientras gruesos lagrimones caían por sus mejillas, se metió entre los dos, mientras les acariciaba sus cabezas, diciendo ¡Que lindos viejitos! Me hacen acordar a los míos, su llanto era conmovedor y tuvimos que sacarlo entre varios.
Vamos a la casa de la novia dijo el Trucha y hacia allí partimos, llovía torrencialmente, llegamos al barrio Las Ranas, cuando las cunetas ya rebasan de agua, Pichu cayó en una, y no lográbamos ubicarlo, lo encontramos por los globitos que hacia al tragar agua, menos mal que estaba el Dicky, que le hizo respiración artificial ,lo acomodo un poco, y ya recuperado nos siguió en la gira
Tocamos timbre, y nos atendió el dueño de casa que muy atento nos hizo pasar, Fanchulo lo abrazo y comenzó a abanicarlo con un Correo de Firmat, el hombre estaba desconcertado, mientras duro nuestra visita continuo abanicándolo sin cesar.
Me pareció que entraba en mi casa, la misma disposición de los muebles, la heladera ubicada igual, la abrí , allí estaba la base de la torta de casamiento, no sé de donde saque un cuchillo, la corte en porciones y la repartí entre todos, mientras me agenciaba de una botella de moscato y me sentaba en un sillón. Esto es lo último que recuerdo de esa despedida, aunque luego me entere de varias cosas que no es prudente publicar. Hasta ahora no tengo noticias de que en otro lugar , se comieran la torta de casamiento un día antes de que este ocurriera, No sé cómo habrán hecho para reponerle el 1º piso, dado que faltaban pocas horas para la boda .
Siempre que nos juntamos con algunos de estos amigos recordamos esta despedida inolvidable.
Amenizaron la sobremesa un par de cantores y guitarreros correntinos, que al principio afinaban muy bien.
Hasta ahí a despedida se desarrollaba tranquilamente,
El bolonqui comenzó cuando los 10 que quedábamos llegamos a la Sede, del Club, Chiquitín el conserje pago una botella de whisky, duro un suspiro, yo colabore con otra, ,que tuvo el mismo final, Fuma se anotó con una, también, y aunque parezca increíble, hasta el Mísero, aporto una, la ultima la garpo el Colifa, en veinte minutos no quedo ni una gota. De allí a la casa del novio, fue como un golpe comando, mientras tomamos por asalto la heladera, hubo que lamentar la pérdida de dos Asti Gancia, dos sidras y un champú, no recuerdo la marca, Carlitos mi empleado , felicitaba cada dos minutos a Mary, la hermana del novio, una rubia espectacular, que tenía todo lo que tenía que tener, ubicado en el lugar exacto, al tercer beso y abrazo efusivo , le dijo, para un poco pelotudo ,el que se casa es mi hermano, felicítalo a él.
Abrumado se sentó en la mesa , que no aguanto sus 120 kg. y se hizo percha. No conforme con esto, se asomó a la habitación de los dueños de casa, que sobresaltados por el batifondo se habían despertado y estaban sentados en la cama, el, mientras gruesos lagrimones caían por sus mejillas, se metió entre los dos, mientras les acariciaba sus cabezas, diciendo ¡Que lindos viejitos! Me hacen acordar a los míos, su llanto era conmovedor y tuvimos que sacarlo entre varios.
Vamos a la casa de la novia dijo el Trucha y hacia allí partimos, llovía torrencialmente, llegamos al barrio Las Ranas, cuando las cunetas ya rebasan de agua, Pichu cayó en una, y no lográbamos ubicarlo, lo encontramos por los globitos que hacia al tragar agua, menos mal que estaba el Dicky, que le hizo respiración artificial ,lo acomodo un poco, y ya recuperado nos siguió en la gira
Tocamos timbre, y nos atendió el dueño de casa que muy atento nos hizo pasar, Fanchulo lo abrazo y comenzó a abanicarlo con un Correo de Firmat, el hombre estaba desconcertado, mientras duro nuestra visita continuo abanicándolo sin cesar.
Me pareció que entraba en mi casa, la misma disposición de los muebles, la heladera ubicada igual, la abrí , allí estaba la base de la torta de casamiento, no sé de donde saque un cuchillo, la corte en porciones y la repartí entre todos, mientras me agenciaba de una botella de moscato y me sentaba en un sillón. Esto es lo último que recuerdo de esa despedida, aunque luego me entere de varias cosas que no es prudente publicar. Hasta ahora no tengo noticias de que en otro lugar , se comieran la torta de casamiento un día antes de que este ocurriera, No sé cómo habrán hecho para reponerle el 1º piso, dado que faltaban pocas horas para la boda .
Siempre que nos juntamos con algunos de estos amigos recordamos esta despedida inolvidable.
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