El Viajero
Marzo de 2015.-
Esa noche Los Pinares, la estación terminal de
Hughes estaba repleta, Raúl y Ruli, su hijo mayor, no daban abasto
atendiendo a sus fieles parroquianos,
era sábado y los pibes hacían la previa en el lugar.
Yo vivía en Colon Bs.As. pero a raíz de ser boletero en la Empresa El
Empalme, que hacia el recorrido de Colon a Melincúe ,había hecho muchas amistades en el pueblo , algunas femeninas, pero también varios amigos,
en esa oportunidad, compartíamos una
mesa : Garabito, Mi loro Ratto, el Peludo Rodríguez, el Chocho Mihovich y yo, luego de varias ruedas de aperitivos, estábamos
todos más que alegres. Se sumó a la mesa José el ”Gordo” Gutiérrez, quien venía de un asado en el Frigorífico Hughes, donde trabajaba, y
ya estaba bastante adobado.
Garabito, Mi loro y
el Gordo, tenían fama de ” guapos” y de
ser poco amistosos con los forasteros, aunque
conmigo siempre se portaron muy bien y me aceptaron como un amigo
Cuando llego el
ultimo Chevallier proveniente de la Capital Federal, rumbo a Rio Cuarto, varios pasajeros bajaron y algunos pasaron a los baños, solo uno encaro directamente
al mostrador, sin siquiera saludar como se acostumbraba en los pueblos, y
pidió un whisky on de Rock, yo estaba de espaldas, al oírlo gire y
vi a Raúl, que guiñándonos un ojo le preguntaba, ¿Un
quee? . El viajero , conocido mío de Colon, Pochin Onofrio que vivía en la Capital , representante de artista y cantantes, lucía
un impresionante peinado, áfrica look, vestido a la moda hippie de esos días, traje cruzado de amplias solapas, color mostaza , camisa
celeste, bordada con flores al tono,
zapatos con plataforma , color rojo vino y lo más llamativo, una enorme y
ancha corbata color verde fluorescente con un dragón que largaba
llamaradas rojizas , dibujado en el centro, reitero su pedido: Un whisky
en las rocas ¿ Comooo?
Dijo Raúl haciéndose el que no entendía.
Un whisky con hielo, dijo pacientemente el pituco.
Ahora entiendo dijo el
conserje sirviéndole una medida generosa
El Gordo, que desde que lo vio bajar, ya estaba engranando, se daba manija solo.
Ni saludo este cajetilla, ¿quién se cree que es? murmuraba entre si.
Los otros le
metían fichas, te está mirando a vos ¿será trolo decía Mi loro? Era cierto, en ese momento, Pochin apoyado de espaldas al mostrador miraba para nuestra mesa, si me reconoció, no lo demostró, sorbía lentamente su ansiado trago, mientras sonreía
para sus adentros, pensando en quien sabe que cosas.
Se te ríe en la cara le, decía Garabito, el
Gordo levantaba cada vez más presión, cuando Miloro le dijo, me parece que te sonríe a vos, se está poniendo mimoso, no
espero más, se levantó , saco su
herramienta de trabajo, una larga, ancha y afilada cuchilla, se acercó
al tipo, con una mano le agarro la corbata desde su extremo inferior, y de un tajo la corto por la mitad, cercenando
a la vez la cabeza el dragón que seguía
arrojando llamas, mientras le decía,
para que aprendas educación y a saludar
como la gente. Pochin, con una
cara de póquer impresionante sacudió su enrulada cabellera, pidió la cuenta, salió
sin saludar, y subió al mismo colectivo,
que lo trajo, que en ese momento reanudaba su viaje
Agustín Alberto
Secreto
Derechos
Reservados
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