viernes, 7 de octubre de 2016

LA VACA Y EL LAVARROPAS

La Vaca y el Lavarropa

Marzo de 2016
, Varias de las señoras del barrio La patria, en la zona sur de Firmat salían a caminar en grupo por la zona de quintas, mucho antes de que la zona se poblara, no tenían un recorrido, ni horarios fijos para sus caminatas.
En uno de esos días de principios de la primavera, aprovechando que todavía no arreciaban los calores emprendieron la marcha, Mirta, Marta, Luisa y su madre Adelfa, Marisa, y Dora , habrían caminado cerca de mil metros, entre charlas, chimentos y risas , cuando decidieron regresar porque comenzaba a refrescar, a pocas cuadras del barrio divisaron a dos vacas que tomaban agua del tanque de un lavarropas, dispuesto a ese fin, los animales al verlas acercarse, se asustaron, una de ellas que estaba bebiendo, quiso sacar bruscamente la cabeza del tanque, con tanta mala suerte que se atascaron los cuernos , desesperada levanto el tanque ya vacío , y emprendió a ciegas una alocada carrera, por fortuna no atropello a ninguna del grupo , aunque les paso muy cerca, corría de aquí para ella con ese artefacto en la testa, hasta que un alambrado la detuvo, algunas de las más corajudas se acercaron tratando de destrabarla, fue en vano, los cuernos se habían encajado en los borde de tal manera que era imposible sacar el tanque. Decidieron regresar y avisar a los bomberos de lo que pasaba , para evitar males mayores, en el camino encontraron al encargado de cuidar las vacas que se acercaba en bicicleta y le dijeron lo ocurrido.
Llegaron al teléfono público, ubicado frente a la Biblioteca Popular, y se comunicaron con los bomberos, quien estaba de guardia, no quería creerles y se reía mientras decía, jajajaja una vaca con un lavarropas en la cabeza, ya no saben que inventar para molestar y les corto, volvieron a llamar y en ese momento vieron que venía en bicicleta el paisano que cuidaba a los animales quien les dijo que ya había podido sacarle el tanque y las había encerrado.
Cada vez que se reúnen a tomar mate y recuerdan esa historia vuelven a reírse a carcajadas.


Agustín Secreto

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